
Enfrentarse a la depresión puede ser duro. Síntomas como la fatiga, el bajo estado de ánimo y la pérdida de interés por las cosas que normalmente le gustan hacen difícil creer que las cosas vayan a mejorar. Si se pregunta: "¿La depresión desaparece alguna vez?", la buena noticia es que la depresión suele mejorar con tratamiento. Al ser la enfermedad mental más tratable, casi todas las personas que buscan tratamiento para la depresión notan una mejoría de los síntomas.
En este artículo, repasaremos por qué la depresión puede ser permanente y le daremos consejos para ayudarse a sí mismo o a un ser querido a controlar la depresión.
Debido a la naturaleza de los síntomas de la depresión, la propia depresión puede hacer que sientas que tu situación es permanente. Los pensamientos negativos que acompañan a la depresión pueden llevarte a creer que nunca volverás a sentirte "normal", y la falta de energía y motivación puede dificultarte hacer las cosas que te gustan. También puede preocuparte tener otro episodio depresivo en el futuro, y esta preocupación puede hacer que te sientas más centrado en la depresión. Sin embargo, estos pensamientos suelen formar parte de la experiencia de la depresión en lugar de basarse en la realidad.
Aunque buscar tratamiento para la depresión es importante para sentirse mejor, los cambios no son inmediatos. Tanto la medicación como la terapia pueden tardar en hacer efecto. Cuando ya te sientes deprimido, puede parecer que tardas más de lo necesario en sentirte mejor.
Un episodio depresivo se caracteriza por experimentar síntomas de depresión durante al menos dos semanas. Estos síntomas suelen interferir en su funcionamiento diario. Los síntomas de un episodio depresivo incluyen:
Algunos trastornos depresivos diferentes pueden causar episodios depresivos. Entre ellos se incluyen:
Es normal sentirse deprimido de vez en cuando, sobre todo cuando la vida es difícil. Sin embargo, cuando estos episodios son duraderos, recurrentes y afectan a tu vida diaria, se trata de algo más que un simple desánimo. La depresión es un trastorno mental que suele requerir tratamiento y no es algo que pueda desaparecer por voluntad propia. Mientras que los episodios aislados de depresión pueden desencadenarse por un acontecimiento determinado y desaparecer con el tiempo, la depresión recurrente no suele desaparecer por sí sola.
Hay varios factores biológicos relacionados con la depresión. La química cerebral puede ser un factor, incluidos los neurotransmisores y las hormonas. En concreto, las personas con depresión pueden tener niveles bajos de determinados neurotransmisores como la serotonina, la norepinefrina o la dopamina. También pueden tener una actividad o un volumen reducidos en determinadas zonas del cerebro, como el córtex prefrontal, el hipocampo y la amígdala. También se puede correr el riesgo de desarrollar depresión debido a ciertas afecciones médicas, como la diabetes, las cardiopatías y los trastornos tiroideos.
La depresión también puede tener un vínculo genético. Aunque los investigadores siguen trabajando para comprender la relación entre la genética y la depresión, las personas con un progenitor o hermano que padece un trastorno depresivo mayor tienen entre dos y tres veces más probabilidades que la media de desarrollar depresión.
Aunque no existe una única causa de depresión, algunos factores estresantes de la vida pueden aumentar el riesgo de padecerla. Entre los posibles desencadenantes se incluyen:
El tratamiento de la depresión a largo plazo suele incluir una combinación de tratamientos, como terapia y asesoramiento continuos, medicación y cambios en el estilo de vida.
La terapia continuada puede ayudarle a desarrollar herramientas que le ayuden a convivir con la depresión más fácilmente, como cuestionar los patrones de pensamiento negativos y desarrollar habilidades para afrontar el estrés. Aunque no estés sufriendo un episodio de depresión, las revisiones periódicas pueden ayudarte a prevenir futuros episodios.
Algunas personas pueden necesitar medicación a largo plazo para controlar los síntomas de la depresión. Si tomas medicación, es importante que consultes periódicamente a tu médico para asegurarte de que tomas la dosis adecuada y vigilar los posibles efectos secundarios.
Los hábitos de vida saludables también pueden contribuir a mejorar la salud mental. Entre ellos se incluyen:
Cuando un ser querido sufre una depresión crónica, puede resultar difícil saber qué hacer o decir. Si aprendes y comprendes la depresión, podrás ayudar a tu ser querido.
La escucha activa y la validación emocional pueden ayudar a crear un espacio seguro para que tu ser querido comparta cómo se siente. Esto también te ayuda a entender por lo que está pasando. Puede ser útil utilizar frases de validación como "Eso suena muy duro" o "Te agradezco que compartas esto conmigo".
Puede ser difícil para alguien con depresión buscar ayuda profesional. Usted puede ayudar haciéndole saber a su ser querido que buscar ayuda no es un fracaso y que la depresión es una enfermedad mental que necesita tratamiento como cualquier otra enfermedad. También puede ofrecerle ayuda para buscar profesionales de la salud mental y ofrecerse a acudir a las citas con ellos.
Informarse sobre la depresión puede ayudarle a comprender cómo se siente su ser querido. Algunos mitos a tener en cuenta son:
Mito: La depresión es sólo sentirse triste. Verdad: La depresión es un trastorno mental con muchos síntomas, como fatiga, dificultad para concentrarse y cambios en los hábitos alimentarios y de sueño.
Mito: Las personas con depresión no pueden soportar el estrés. Verdad: Aunque el estrés puede afectar al bienestar y la salud mental de todos, la depresión no es el resultado de un único acontecimiento y puede afectar a cualquiera.
Mito: Todo el mundo se deprime de vez en cuando. Verdad: Aunque es normal sentirse triste a veces, la depresión afecta al funcionamiento diario y no es algo que pueda evitarse.
Mito: Las personas con depresión sólo necesitan pensar de forma más positiva. Verdad: La depresión no es algo que pueda cambiarse fácilmente poniendo una cara alegre o yendo a hacer algo divertido. Es una enfermedad mental que requiere tratamiento.
Aunque el tratamiento de la depresión crónica puede resultar aislante y abrumador, existe ayuda. Hay varios métodos de tratamiento disponibles y la mayoría de las personas se sienten mejor después del tratamiento.
Este artículo se facilita únicamente con fines educativos y no debe considerarse un consejo médico ni un tratamiento de salud mental. La información aquí contenida no sustituye la consulta médica profesional en caso de problemas de salud. El uso de las técnicas y prácticas descritas en este artículo debe hacerse con precaución y bajo el propio riesgo, y el autor/editor no se hace responsable de los resultados que pueda experimentar el lector. El autor/editor no se hace responsable de la información contenida en los sitios web externos enlazados. Si se encuentra en una situación de emergencia que pone en peligro su vida, llame al 911 o al teléfono de ayuda en caso de suicidio y crisis 988.